Un lamentable hecho enluta al municipio de Turbo, en Urabá antioqueño, luego de que un niño de apenas dos años muriera tras ingerir una sustancia tóxica que estaba almacenada en una botella de gaseosa.
El descuido que terminó en tragedia
El caso ocurrió en la vereda La Coldesa, zona rural de Turbo, dentro de una tienda de propiedad del abuelo del menor. Según las autoridades, mientras el hombre atendía a unos clientes, el niño tomó la botella y bebió parte de su contenido. Al percatarse de la situación, el abuelo lo encontró agonizando junto al envase, en el que días antes había reenvasado un veneno.
Traslado y esfuerzos médicos
De inmediato, los familiares trasladaron al pequeño a la Clínica Panamericana, en Apartadó, donde debido a la gravedad del caso fue remitido al Hospital San Vicente Fundación, en Medellín. Pese a los esfuerzos de los equipos médicos en ambos centros asistenciales, el niño falleció por las graves afectaciones que la sustancia causó en sus órganos vitales.
Una práctica recurrente y peligrosa
La secretaria de Gobierno de Turbo, Marla Indira Fadul, lamentó lo ocurrido y advirtió que en la región es común reenvasar pesticidas y químicos en envases de gaseosas, cervezas, yogures o medicamentos, lo que representa un riesgo latente para la comunidad.
Las autoridades locales reiteraron el llamado a las familias para evitar almacenar sustancias tóxicas en envases de uso cotidiano, con el fin de prevenir tragedias como la ocurrida en Turbo.
