
La subregión de Urabá, en el Caribe antioqueño, prepara la construcción de cinco terminales portuarias —Puerto Antioquia, Puerto Cirilo, Puerto Pisisí, Puerto Progreso y Darién International Port— que, de acuerdo con estimaciones de expertos, podrían generar cerca de 20.000 empleos directos y transformar la dinámica logística de la región.
Una industria exportadora que se renueva
Urabá acumula años de experiencia en exportación de plátano y banano sin puerto formal, y ahora, con estas terminales, busca diversificar su carga y abrirse a nuevos mercados.
Los expertos destacan la ubicación estratégica del golfo —cerca del Canal de Panamá— como un factor clave para atraer inversiones y acelerar el desarrollo portuario.
Especialización en carga, clave para la demanda
Cada uno de estos puertos tendrá un perfil de carga claro:
• Puerto Antioquia —contenedores secos y refrigerados, graneles sólidos.
• Puerto Pisisí —granel líquido y sólido.
• Puerto Progreso —gas natural y biocombustibles.
• Puerto Cirilo —astillas de madera y granos limpios para importación.
Este modelo permite diversificar la oferta y atender diferentes sectores productivos de la región y del país.
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Un reto logístico y de mercado
Aunque Urabá ya ha movilizado millones de toneladas de plátano y banano, las autoridades se preguntan si la demanda futura será suficiente para ocupar los cinco puertos. La respuesta de representantes de la cámara de comercio es optimista: la capacidad productiva de la región puede adaptarse al nuevo modelo.
La llegada de nuevos actores globales y la reconfiguración de rutas marítimas juegan a favor de la subregión.
¿Y la comunidad?
La población local espera que estas obras no solo generen empleo, sino que se planifiquen con inclusión, formación y prosperidad compartida.Vecinos y trabajadores agrícolas coinciden en que el éxito dependerá de la articulación entre infraestructura, talento humano y sostenibilidad ambiental.





