
Se ha difundido por WhatsApp la denuncia pública de una usuaria del banco Itaú, quien asegura haber sido contactada por un presunto asesor de dicho banco para cambiar el plástico de su tarjeta. «Te dicen en qué termina tu tarjeta, todos tus datos, igual que la llamada de cualquier banco», narra la mujer.
El método consiste en agendar una cita con un supuesto asesor de Domesa, empresa de mensajería, para recibir la nueva versión de la tarjeta, perfectamente empacada y sellada. Después de haber hecho la entrega, el estafador pide que se le entregue la tarjeta vieja, en este caso la original, para cortarla y llevarse el chip sin que el usuario lo note.
Tras sospechar, la denunciante se comunicó a tiempo con un asesor de su banco, quien le negó que esta nueva tarjeta fuera enviada por ellos. Posteriormente, la mujer bloqueó su tarjeta de crédito y evitó la estafa.
¿Es la primera vez que se utiliza esta modalidad de estafa?
Otros casos como este han sido denunciados en los últimos años. En julio del 2024, una usuaria de Twitter denunció el mismo caso, en el que pudo evitar la estafa gracias a que un familiar que trabajaba en Domesa le aseguró que dicha empresa ni siquiera trabajaba con su banco.
Un mes más tarde, el periodista Cristian Torres cayó en la misma modalidad bajo supuestos beneficios y un procedimiento altamente creíble. Sin embargo, al acercarse a una sede de su banco, le advirtieron que la nueva tarjeta era falsa y pudo bloquear su tarjeta original a tiempo.
Como estos, muchos más casos. Ya sabe que, ante cualquier ofrecimiento de cambio de plástico o entrega domiciliaria de una nueva tarjeta, confirme siempre con su banco a través de los canales oficiales. Recuerde que las entidades financieras nunca le pedirán entregar su tarjeta anterior ni sus datos confidenciales a un tercero. Un minuto de desconfianza puede ahorrarle años de deudas y dolores de cabeza.