
Las elecciones extraordinarias en Apartadó, realizadas el día de ayer dejaron más incertidumbre que certezas luego de que Héctor Rangel, exalcalde destituido por doble militancia, volviera al tarjetón, obtuviera la mayoría de votos y ahora esté en el centro de una controversia jurídica que podría invalidar su triunfo.
Pese a la sentencia del Consejo de Estado que lo sacó del cargo en enero y a un reciente fallo del Tribunal Administrativo de Antioquia que ordenaba suspender su inscripción como candidato, Rangel recibió el respaldo de 19.962 votantes (47,78%) en un proceso marcado por vacíos legales y decisiones contradictorias.
La legalidad de las elecciones, aún sin resolución definitiva
Aunque el preconteo de la Registraduría lo deja como ganador, aún no hay certeza de que pueda asumir como alcalde, ya que el proceso de escrutinio fue suspendido por las comisiones escrutadoras por razones no especificadas. Mientras tanto, los documentos electorales reposan en el batallón de la Decimoséptima Brigada del Ejército Nacional, en Carepa.
Expertos advierten que si se anulan los votos de Rangel por estar inhabilitado, podrían surgir tensiones sociales en Apartadó, una región que ya vivía un ambiente político tenso desde antes de las elecciones. Rangel, por su parte, celebró en caravana y pidió un proceso «transparente, justo y en total legalidad”.
El futuro político del municipio continúa incierto, mientras se espera que las autoridades judiciales y electorales definan si los votos por Rangel serán tenidos en cuenta o si se deberán repetir las elecciones nuevamente.
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— Registraduría Nacional del Estado Civil (@Registraduria) April 7, 2025