
En la sociedad en la que estamos no es común ver matrimonios entre familiares, en muchas culturas esto es considerado inapropiado por diferentes razones como riesgos genéticos o creencias religiosas. Sin embargo, hay lugares en los que esta práctica se ve como algo normal.
En Antioquia, hay una comunidad en la que esta práctica es considerada normal, se trata de Amaranto, una vereda de Ciudad Bolívar, donde sus habitantes son un poco más de 200 personas y todas son de la misma familia.
Desde las últimas dos generaciones se han casado entre primos, y según le informó una líder comunal al periódico El Tiempo, la tradición comenzó en 1890 cuando desde el municipio de Jericó llegaron casados Isaac Galeano y Eudoxia Vanegas.
Uno de los matrimonios más antiguos que se conoce es el de Luis Aníbal Vanegas Galeano y Alba de Jesús Galeano Henao, primos hermanos que tuvieron 11 hijos y decenas de nietos.
Ellos tuvieron que pedir permiso al obispo de Jericó para poder casarse, quien les impuso como penitencia 50 padrenuestros, 20 rosarios y 6 confesiones.
Para conservar la tradición las nuevas generaciones también se han ido casando entre ellos.
El acceso a la comunidad es limitado, para llegar hay que pasar por un estrecho camino de barro y piedras.