
A pesar de ser una de las prioridades en la agenda de infraestructura del departamento, el proyecto para pavimentar los accesos a las cabeceras municipales de Antioquia continúa enfrentando serios desafíos. Hasta el momento, de los 322 kilómetros proyectados, apenas se han culminado 214, lo que deja casi una tercera parte del total aún sin concluir.
Según el secretario Luis Horacio Gallón Arango, varias de las vías fueron recibidas con diseños incompletos o sin recursos asegurados para su ejecución total. Por ello, la administración busca alternativas como regalías, obras por impuestos y otras fuentes de financiación para cerrar la brecha.
Recursos comprometidos y obstáculos en el camino
Uno de los casos críticos es la vía Santiago Berrío – Cruces – Puerto Nare, donde se pavimentó sobre una tubería de combustible, lo que obliga a intervenciones periódicas. También se presentan retrasos en proyectos como Colorado – Nechí, por errores de diseño que no consideraron adecuadamente las condiciones geográficas del terreno.
Entre las vías ya culminadas están tramos como El Limón – Anorí, San Vicente – Concepción y Granada – San Carlos. No obstante, incluso en proyectos finalizados como la vía La Usa – Caicedo, se han reportado daños recientes, como pérdidas de banca y problemas en los muros de contención, que requieren nuevas intervenciones.
Otros tramos, como la vía entre Caicedo y Urrao, aún están pendientes y esperan ser financiados con obras por impuestos. En contraste, proyectos como Cañasgordas – Abriaquí, San Fermín – Briceño y El Tres – San Pedro de Urabá están en ejecución parcial o a la espera de recursos para continuar.
El proyecto, que se remonta al año 2016, busca saldar una deuda histórica con municipios de regiones como Urabá, Bajo Cauca y Occidente. En total, se han identificado al menos 23 cabeceras con accesos críticos, entre ellas Nariño, Yondó, Briceño, Nechí, Peque y Puerto Triunfo.
Las dificultades no son solo presupuestales: problemas técnicos, fallas geológicas y modelos de contratación deficientes han complicado la ejecución de muchas de estas obras. A pesar de ello, la meta del actual gobierno es dejar todos los proyectos viabilizados y en proceso antes del final del cuatrienio.