
La tensión aumenta en Anorí, nordeste de Antioquia, tras la circulación de un panfleto que habría sido firmado por el frente 36 de las disidencias de las FARC y que estaría dirigido al alcalde Gustavo Silva. Aunque las autoridades verifican su autenticidad, el mensaje se suma a un panorama de violencia que preocupa a la comunidad y a los organismos de seguridad.
Un municipio en medio del fuego cruzado
Anorí ha vivido en los últimos meses una fuerte escalada de enfrentamientos entre las disidencias de las Farc y el Clan del Golfo. El alcalde ha advertido que la población civil está atrapada en esta confrontación, sobre todo en las zonas rurales donde se concentran los combates y los ataques con explosivos.
En las últimas horas, un atentado con artefactos explosivos cobró la vida del soldado Brayan David Bello Serrano y dejó heridos a tres uniformados más. Las denuncias señalan que la instalación de explosivos y los hostigamientos constantes han dejado a las comunidades en medio del fuego cruzado, limitando incluso su movilidad y acceso a lo básico.
Medidas extremas de seguridad
Como respuesta, rigen en Anorí un toque de queda nocturno y restricciones a la movilidad y al comercio hasta el 7 de octubre. Estas disposiciones buscan proteger a los habitantes, mientras el Ejército y la Policía refuerzan su presencia y avanzan en labores de inteligencia para determinar la veracidad de las amenazas contra el alcalde.