
En el municipio de Briceño, norte de Antioquia, la cifra de personas desplazadas aumentó a 2.100, luego de los enfrentamientos entre el frente 36 de las disidencias de las Farc y la subestructura Julio César Vargas Torres del ‘clan del Golfo’, que se disputan el control territorial en la zona rural.
Desde el sábado 18 de octubre, cientos de familias de veredas como Palmichal, El Hoyo, Palestina, Polvillo, Las Auras, La Calera, Cedral, Roblal, Travesías, La Molina y La Correa, se vieron obligadas a salir de sus casas tras recibir la orden de los grupos armados ilegales.
“La gente no regresará hasta sentirse segura”
El alcalde del municipio, Noe de Jesús Espinosa Vásquez, confirmó que la situación sigue siendo crítica y que se adelanta un nuevo censo para precisar el número total de desplazados. “Las personas no regresarán a sus hogares hasta que no se sientan seguras. Para eso necesitamos la presencia del Ejército, para recuperar la zona y hacer retroceder a las estructuras ilegales”, señaló el mandatario.
El frente 36 de las disidencias habría ordenado que solo una persona permaneciera por vivienda, mientras el resto de la familia debía desplazarse hacia el casco urbano, según denunció la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social (Corpades).

Respuesta institucional y atención humanitaria
Tras el desplazamiento masivo, las familias llegaron al casco urbano de Briceño, donde fueron atendidas por el subcomité transicional municipal. El domingo se realizó un comité extraordinario con la participación de la Gobernación de Antioquia, la Defensoría del Pueblo y las autoridades locales para establecer rutas de atención humanitaria.
Inicialmente se estimaba que había 600 personas desplazadas, pero la cifra aumentó rápidamente tras los censos preliminares realizados por la administración municipal.
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