Buriticá, el municipio donde nació la leyenda del tesoro más buscado de Antioquia

Imagen pueblo Buritica Antioquia

En Buriticá, en el Occidente antioqueño, persiste desde la época colonial la leyenda de un tesoro oculto que habría sido enterrado por antiguos encomenderos españoles. El territorio, inicialmente habitado por comunidades indígenas lideradas por el cacique Buriticá, fue visitado por el conquistador Juan Badillo en 1538 y desde entonces su historia quedó ligada al oro, los mitos y la riqueza natural de la región.

Un territorio ancestral marcado por el oro

Antes de la llegada de los españoles, Buriticá era un asentamiento indígena consolidado, con sistemas agrícolas basados en cultivos como maíz, yuca, frutales y hortalizas. Su cacique, también llamado Buriticá, era reconocido por su influencia regional y por las piezas de oro que utilizaba en ceremonias y rituales.
Cuando Juan Badillo llegó en 1538, impulsado por rumores de minas y riquezas, comenzó la transformación del territorio y quedaron sembradas las bases de la leyenda que hoy sigue viva.

El mito del tesoro escondido

La tradición oral cuenta que, ante conflictos, disputas y fugas, los encomenderos españoles escondieron cofres, piezas ceremoniales y objetos de valor en cuevas y montañas del municipio para evitar saqueos.
A lo largo de los años, se han hallado trazas de antiguos caminos y símbolos que alimentan la historia, aunque nunca se ha confirmado la existencia del tesoro.

Un atractivo que mezcla historia, paisaje y misterio

Hoy, Buriticá recibe visitantes que llegan atraídos no solo por la minería moderna, sino también por este mito que conecta naturaleza, tradición y pasado colonial.
Guías locales ofrecen recorridos por zonas rurales que conservan petroglifos, senderos antiguos y miradores que hacen parte del imaginario del tesoro.

Identidad que trasciende la leyenda

Para los habitantes, el tesoro es parte de su patrimonio simbólico. Representa la fuerza indígena, la memoria ancestral y la huella de los primeros encuentros entre culturas.
“El verdadero tesoro es la historia que conservamos en estas montañas”, dice un líder comunitario del municipio.