El balneario Nudillales, ubicado en Alejandría, lleva 41 días sin operar, lo que ha causado un impacto considerable en la economía local. Un reciente fallo judicial determinó que la administración municipal actuó de manera improvisada al clausurar el lugar, sin seguir el debido proceso y sin cumplir con las normas pertinentes.
El conflicto se originó a finales de julio cuando la alcaldía solicitó a Asocobal, la entidad encargada de gestionar el balneario, la devolución del lugar tras el vencimiento de su contrato. La falta de un acuerdo entre ambas partes llevó a que el 2 de agosto la alcaldía emitiera una orden de cierre definitivo, sin respetar el período de 10 días hábiles que permitía apelar la decisión.
En su fallo, el juez concluyó que la alcaldía de Alejandría carecía tanto de la competencia como de la documentación necesaria para cerrar el establecimiento, además, las pruebas presentadas revelaron que el municipio no había delegado correctamente la función de inspección y control sobre la piscina, lo que representa un riesgo para todos los visitantes que llegan al lugar.
Aunque se han anulado las acciones relacionadas con el cierre, el juez ordenó que el balneario permanezca clausurado hasta que se implemente un protocolo adecuado de inspección y seguridad para piscinas, conforme a la normativa vigente y asegurar el cuidado de salud pública en el balneario Nudillales.