
Una joven de 25 años falleció el pasado 17 de noviembre en Rionegro, después de complicaciones derivadas de una lipoescultura realizada cinco días antes en un centro estético de San Rafael. El establecimiento no contaba con los permisos necesarios para llevar a cabo procedimientos quirúrgicos invasivos.
Tras la cirugía, la paciente comenzó a sentir náuseas, fiebre y palidez. Aunque el centro indicó que estos síntomas eran normales, su condición empeoró rápidamente, lo que llevó a su familia a buscar atención médica. Allí se descubrió que la cirugía había provocado una perforación intestinal.
La joven fue trasladada a un hospital en Rionegro, donde, a pesar de los intentos por estabilizarla, falleció debido a una infección abdominal grave. Las autoridades investigan al centro estético y a la profesional que realizó el procedimiento, ya que este lugar solo estaba autorizado para procedimientos no invasivos como masajes.
Este caso pone de relieve la importancia de verificar que los centros estéticos estén debidamente habilitados y que los profesionales sean legales y estén registrados. Las autoridades recomiendan a los pacientes informarse bien y consultar varios especialistas antes de someterse a procedimientos quirúrgicos.