Hallazgo arqueológico en Jericó: ¿puede frenar la exploración minera en Antioquia?

En Jericó, Antioquia, un reciente hallazgo arqueológico ha generado un debate sobre el futuro de la minería en la región. Arqueólogos y activistas han identificado cientos de piezas de cerámica de más de 1.500 años de antigüedad, en lo que se considera un antiguo «altar a la madre tierra». Este descubrimiento se encuentra en una zona de interés para la multinacional AngloGold Ashanti, que busca explorar y extraer minerales como oro, plata, cobre y platino.

El descubrimiento arqueológico y su importancia

El hallazgo arqueológico se produjo hace cinco años en la finca Mirantonio, cuando Llor Willy Tamayo, un caficultor de la zona, encontró vasijas de cerámica con decoraciones elaboradas. Para evaluar su relevancia, contactó al arqueólogo Pablo Aristizábal y al activista Sebastián Restrepo, quienes realizaron excavaciones estratigráficas de hasta 70 centímetros de profundidad.

Durante la investigación, se identificaron fragmentos arqueológicos de 277 piezas cerámicas y cinco artefactos líticos, lo que sugiere que el sitio tenía un uso ceremonial. Según Aristizábal, las ofrendas de cerámica destruida en el lugar son similares a rituales practicados por los mayas en Mesoamérica. La ubicación del hallazgo, en una cueva estrecha y húmeda de difícil acceso, refuerza la hipótesis de que se trataba de un espacio sagrado para los antiguos pobladores de la región.

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Minería en la zona y el debate ambiental

Desde hace más de una década, diversas empresas mineras han intentado obtener permisos para la explotación en Jericó. En 2021, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) archivó la licencia de la mina Quebradona, de AngloGold Ashanti, tras la oposición de la comunidad local.

AngloGold Ashanti ha insistido en su interés por extraer cobre, argumentando que su exploración no causa daños ambientales ni sociales. En un comunicado, la empresa aseguró que su proyecto de perforación diamantina no genera inestabilidad en el subsuelo y que mantiene un diálogo con la comunidad. También indicó que la zona de exploración abarca 500 hectáreas y cuenta con un depósito mineral de 120 millones de toneladas.

Sin embargo, activistas como Restrepo han cuestionado la intención real de la multinacional, señalando que la minería podría generar un impacto negativo en los ecosistemas locales y los acuíferos de la región. Además, sostienen que la empresa no ha realizado consultas previas con comunidades indígenas, lo que genera preocupación sobre el respeto a la cultura y el medioambiente.

Resistencia comunitaria y preservación del patrimonio

El hallazgo arqueológico ha fortalecido la resistencia de las comunidades locales, que rechazan la minería en la zona. Para preservar el legado de los antiguos habitantes de Jericó, se ha creado un museo in situ en la montaña, con el objetivo de resguardar las piezas encontradas y sensibilizar a visitantes sobre la importancia del patrimonio cultural y ambiental.

“Este es un descubrimiento único para la arqueología colombiana”, afirma Aristizábal. “Nos ayuda a comprender la geografía sagrada del suroeste de Antioquia y la cosmovisión de los pueblos indígenas que habitaron esta región”.

El futuro de la exploración minera en Jericó sigue en incertidumbre. Mientras la comunidad y los activistas buscan proteger el territorio y su historia, las empresas mineras continúan sus gestiones para avanzar con sus proyectos. La decisión final dependerá de las autoridades ambientales y del marco legal vigente en Colombia.

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