Autoridades en el Urabá antioqueño decomisaron un cargamento de 700 carpas de uso militar que, según información preliminar, tenía como destino estructuras armadas ilegales que operan en la región. El operativo se convirtió en uno de los golpes logísticos más grandes de los últimos meses contra estas organizaciones.
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La incautación se realizó en zona urbana de Carepa, donde unidades de la Policía y el Ejército detectaron el material tras una inspección a vehículos de transporte comercial. Las carpas, nuevas y empacadas, estaban listas para ser distribuidas y contaban con características propias de dotación táctica, lo que levantó alertas inmediatas.
Un cargamento que fortalecía a grupos armados
Las primeras verificaciones señalan que el material iba dirigido a grupos que delinquen en el Urabá y que mantienen disputas por control territorial y rentas ilegales. La magnitud del decomiso evidenció la capacidad logística de estas organizaciones y la importancia del golpe para frenar sus operaciones.
Investigación en curso para establecer responsables
La Fiscalía General de la Nación asumió la investigación para identificar a los responsables del transporte, adquisición y financiamiento de las carpas. Se indaga si existe una red que las comercializaba como fachada para abastecer a los grupos armados.
Las autoridades no descartan nuevas capturas, pues el hallazgo permitió analizar facturación, rutas de envío y contactos asociados a la carga.
Urabá sigue siendo punto crítico para el tráfico ilegal de insumos
Este caso revive la preocupación por el uso del corredor del Urabá para el movimiento de elementos destinados a estructuras armadas, en un contexto donde los enfrentamientos, la presión territorial y la presencia de grupos ilegales siguen impactando la seguridad local.
La Fuerza Pública anunció operaciones adicionales para desarticular las cadenas logísticas que alimentan a estas organizaciones, mientras que la comunidad pidió reforzar el control sobre bodegas, carreteras y transporte de mercancías.
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