
Corantioquia advirtió este 28 de noviembre de 2025 sobre el crecimiento acelerado de porciculturas en Caldas y varios municipios del Suroeste, un fenómeno que podría estar generando afectaciones en fuentes hídricas, olores, vertimientos y presión ambiental en zonas rurales que no cuentan con capacidad para recibir tantas granjas.
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Porciculturas y las señales que detectó Corantioquia
La autoridad ambiental confirmó que ha recibido múltiples reportes de comunidades rurales que denuncian malos olores, vertimientos irregulares y la aparición de granjas que no tendrían permisos completos de operación.
La expansión de porciculturas se ha dado especialmente en laderas y veredas donde la disposición de residuos requiere controles estrictos para evitar contaminación del agua y del suelo.
Porciculturas y riesgos para las fuentes hídricas
Corantioquia señaló que algunas explotaciones porcícolas están ubicadas cerca de quebradas utilizadas por las familias para consumo humano y actividades agrícolas.
La acumulación de purines y la falta de manejo técnico adecuado podrían poner en riesgo la calidad del agua y acelerar procesos de degradación ambiental.
Comunidades piden más control y acompañamiento
Habitantes de las zonas afectadas afirmaron que la llegada desordenada de estas granjas ha cambiado el ambiente del lugar, incrementando plagas, deteriorando el aire y alterando la vida cotidiana.
Algunas familias han solicitado visitas técnicas para verificar si las porciculturas cuentan con licencias, manejo de residuos y permisos sanitarios.
Lo que hará Corantioquia
La corporación anunció que intensificará operativos de inspección, control y vigilancia para verificar la legalidad de cada explotación.
También revisará si hay incumplimiento en sistemas de tratamiento de aguas residuales, disposición de estiércol y condiciones de bienestar animal.
Un llamado al equilibrio productivo
Las autoridades insistieron en la importancia de que las actividades pecuarias se desarrollen con responsabilidad ambiental y sin afectar a las comunidades.
El Suroeste y Caldas son zonas con fuerte tradición agrícola, y la presencia desbordada de nuevas granjas podría comprometer la sostenibilidad del territorio.
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